Ciencia para todos los públicos
Demostraciones robóticas, el Biobanco de Andalucía, huertos ecológicos urbanos y experimentación infantil y juvenil, claves de la V Semana de la Ciencia con la que el Colegio El Pinar ha puesto el broche de oro al segundo trimestre del curso 14/15
Cientos de familias participan activamente en la jornada de puertas abiertas, convirtiendo al centro en un inmenso escenario para la divulgación científica
El Biobanco del Sistema Sanitario Andaluz y sus propuestas de acción para la investigación científica con tejidos humanos, que incluyen los trabajos con células madre, bancos de cordón umbilical, tumores o ADN; junto a talleres reales de experimentación robótica con la aplicación de los más avanzadas tecnologías de software de diseño gráfico y construcción digital; o proyectos de cultivos ecológicos urbanos para azoteas y terrazas de la firma malagueña Huertum, una de las ‘Spin-Off’ más laureadas de la Universidad de Málaga; han sido una de las grandes propuestas de la V Semana de la Ciencia del Colegio El Pinar.
Con la vista puesta en el ‘Año Internacional de la luz 2015’, alumnos de todas las edades y etapas educativas, desde Infantil a Bachillerato, han convertido las instalaciones del centro malagueño en este cierre de marzo en un inmenso laboratorio que, un año más, ha servido de base de pruebas para la interactuación científica a todos los niveles.
La iniciativa de combinar la divulgación profesional a través de la participación de entidades de prestigio, como por ejemplo los investigadores del Biobanco del SAS, los técnicos de Huertum, Lego Education o miembros del centro malagueño Principia, además de los de la Fundación Descubre para la Innovación y el Conocimiento en Andalucía; con los talleres y acciones ‘amateur’ del alumnado, volvió a dar sus frutos y la jornada de puertas abiertas se convirtió en toda una fiesta de convivencia científica en la que participaron cientos de familias.
Niños y jóvenes de entre 3 y 17 años tuvieron la oportunidad de aprovechar todo el potencial de las herramientas físicas y de la materia para el desarrollo de experimentos y trabajos que, en muchos casos, han sido el fruto de muchos meses de silenciosa tarea en el aula. En este inmenso campo de pruebas, los estudiantes fueron también los encargados de divulgar sus trabajos a todos los miembros de las diferentes comunidades educativas que se dieron cita en el evento.
Propuestas como el ‘Jardín de la Ciencia’ o ‘Con Ciencia en la cocina’, en la que los niños del segundo ciclo de Primaria tuvieron la oportunidad de crear recetas comestibles a partir de distintos compuestos alimenticios, compartieron cartel con talleres de reciclaje infantiles, iniciativas de sensibilización medioambiental, o apuestas como ‘Experimenta conmigo’. Ésta volvió a ser, sin duda, la propuesta estrella. Los alumnos se pusieron en el papel de auténticos divulgadores científicos explicando a los visitantes, y a través de maquetas elaboradas con sus propias manos, las distintas partes en las se divide la célula, las claves de la creación de cristales con muestras reales o las reacciones químicas que se producen al mezclar elementos, entre otras iniciativas a medio camino entre la pedagogía y la diversión.
Entre las actividades destacadas hubo también tiempo para aprender los modos de vida de los primeros pobladores del planeta; una apuesta que llegó de la mano de la empresa ArqueoEduca, dedicada a la didáctica de la investigación y experimentación arqueológica y que desarrollaron varias sesiones de aproximación a la industrias líticas empleadas durante el periodo de dominio del hombre de Neandertal.
Finalmente, la Semana de la Ciencia contó este año con la colaboración de la doctora y profesora de la UMA Silvia García Barrios, que habló de la figura del eminente médico malagueño José Gálvez Ginachero; del biólogo y botánico Ernesto Fernández Sanmartín –‘Animales y Plantas de ida y vuelta entre España y América-; y de Rubén Olóriz Natoli –‘Buceando por el espacio’-.
LA SEMANA DE LA CIENCIA, EN LOS MEDIOS: