FINES SOCIALES
Estas ‘microempresas’, con las que los estudiantes afrontan el reto de crear, producir, vender y obtener beneficios económicos que, en parte, irán dirigidos a fines sociales; ya están danto sus primeros frutos en forma de conocimiento aplicado, como aseguran los propios docentes. “Es un proyecto muy completo, pues implica gran cantidad de recursos por parte de todo el equipo, pero hemos pensado que se trata de una manera diferente de abordar los contenidos y que será muy útil para nuestros estudiantes. De hecho esta situación de aprendizaje ya les está llevando a dar el máximo de si mismos para materializar las ideas. Trabajan en equipo, están muy motivados y será una experiencia que no olvidarán nunca”, cuenta Nahum Canoura, uno de los maestros del curso.