UN TOP dentro y fuera de la pista
Miles de millones de golpes a través de los cinco continentes y en pistas de todo el planeta han llevado al malagueño Alex Ruiz a la elite del Pádel. A esta disciplina, cuya popularidad bate récords hoy en día, ha entregado las tres cuartas partes de su vida; un deporte que era ‘casi’ una rareza deportiva cuando cogió por primera vez la pala en Alhaurín de la Torre con apenas diez años. Su trabajo, constancia, entrega, fortaleza y voluntad de hierro le han llevado hasta el TOP 20 del World Padel Tour (WPT), la ‘ATP’ de la especialidad, en concreto, ocupa el puesto número 18 en la temporada que se acaba de iniciar. Su ‘match ball’, sin embargo, siempre ha estado fuera de la cancha. No tiene forma esférica ni es amarilla. Se llama Diabetes tipo 1 y se ha convertido en su gran reto, en la lección que siempre le acompaña y también en su principal maestra. “La enfermedad me ha ayudado a madurar, me dado mucho más de lo que me ha quitado y me ha impulsado a mirar siempre hacía adelante”, aseguraba esta mañana el Tetracampeón Nacional ante más de un centenar de alumnos de Secundaria y Ciclos Formativos del Colegio El Pinar en el marco de una charla sobre ‘Deporte de Alto Nivel y Experiencias vitales singulares’.
Ruiz, que actualmente vive en la capital de España por motivos profesionales y que acaba de arrancar su octava temporada en el WPT, quiso mostrar a los estudiantes de la institución académica en la que se formó como alumno -el Colegio El Pinar- que con “voluntad, ganas y, por supuesto, seguimiento, asesoramiento y control”; la diabetes, así como otros tipos de patologías, pueden compaginarse con la actividad física de alto rendimiento; por lo que animó a padres, familias y resto de agentes sociales a “visibilizar este tipo de enfermedad; incluso desde la Escuela, pues sigue siendo necesaria su normalización en todos los ámbitos”. “Integrar y ayudar a mostrar con naturalidad la realidad de estos niños, niñas y jóvenes es el mejor y mayor apoyo que podemos ofrecer”, continuó explicando el palista, quien no dudó en asegurar que “adaptarme a esta situación me ha dado mucho más de lo que me ha quitado y, sobre todo, me ayudó a convertirme, a edades tempranas, en una persona más madura, consciente y persistente”.
Autoconfianza
En base a su experiencia y después de hacer un repaso por su etapa académica y los retos a los que se ha tenido que enfrentar desde que fue diagnosticado de esta patología, Ruiz indicó que “la confianza y la seguridad en uno mismo y en el potencial personal es el mayor tesoro con el que se puede contar”. “Que nadie os haga dudar ni os diga de lo que sois o no capaces porque no hay nada más limitante que una creencia. Como ejemplo, os puedo decir que cuando comenzaron a verme los primeros especialistas, me decían que hacer deporte sin problema, pero que el alto rendimiento sería casi imposible para mi. Sin embargo, aquí estoy”, continúo explicando.
Finalmente y a preguntas de los asistentes sobre detalles de la actividad a alto nivel, preparación, viajes, competición y otros, el jugador comentó que una de las claves básicas y sobre las que, paradójicamente, menos se habla, es la del trabajo psicológico. “Todo pasa por la mente. Si tuviera que dar un porcentaje, diría que más allá del físico, de la técnica, del trabajo de fuerza, etc. lo que marca la diferencia es la fortaleza mental. Para mi es un 70% del éxito”, remarcó.