FINALIZA LA II FASE DEL PLAN DE AMPLIACIÓN
El centro crece un 31,9% en superficies de equipamiento en este último año y alcanza los 7.016 metros cuadrados con una intervención de envergadura que se inició a principios del pasado verano. Se cierra así el ambicioso proyecto de mejora y actualización de instalaciones que arrancó hace tres cursos académicos y que ha dotado de una enorme proyección a la institución académica alhaurina
Tras la últimas actuaciones, la comunidad educativa tiene a su disposición más de medio centenar de clases, zonas de trabajo y dependencias para servicios administrativos, además de aula multisensorial, pistas deportivas y espacio de piscina de más de 500 metros cuadrados
Más y mejores medios para alcanzar los estándares de calidad de la Educación que nos viene, un modelo pedagógico más flexible, cercano, dinámico y en el que la polivalencia de los espacios resulta vital. El Colegio El Pinar, que ya cuenta con una de las comunidades educativas de mayor proyección en la provincia de Málaga, acaba de poner el punto y final a la II Fase de su programa de ampliación. Se trata de un proyecto de largo recorrido que se inició hace tres años con la intervención en las zonas de administración y servicios, sala de música, espacios exteriores y bloque docente de Secundaria y Bachillerato y que ha culminado en esta antesala del curso 2019/20 con la puesta en servicio de un Pabellón Deportivo de última generación, aulas multifuncionales de amplitud variable, así como comedor y cocina de Alta Capacidad que, integrados en un único bloque constructivo de 2.338 metros cuadrados y a dos niveles, asoma su fachada al área Sur del Valle del Guadalhorce.
Más allá de la ejecución de este emblemático edificio que va camino de convertirse en el buque insignia de la institución académica alhaurina, el tramo final de esta II Fase de Ampliación ha permitido desarrollar también actuaciones de mejora y puesta en valor de espacios exteriores y zonas comunes, así como en las superficies peatonales que conectan las distintas áreas en las que se divide el colegio y especialmente las que dan entrada a este nuevo bloque.
El comedor, con capacidad para más de medio millar de comensales, ocupa el espacio central de la planta baja del módulo de pabellón. Organizado en torno a él, se distribuyen los espacios de cocina, así como cuatro de las siete aulas modulares que alberga el edificio (200 metros). Las tres restantes se ubican en el nivel superior (158 metros) y también disponen de amplios ventanales con vistas al tramo inicial del Valle del Guadalhorce.
La intervención sobre este conjunto, que delimita el plano superior del complejo educativo, cierra una fase constructiva que se inició el pasado verano con la ampliación de los edificios de Infantil y Primaria y que permitió la creación de más de 1.000 metros cuadrados de espacios lectivos adicionales y la puesta en servicio de nuevas aulas, zonas comunes y patios, un nuevo comedor en la etapa de Infantil, así como una sala multisensorial específica para trabajar pautas de psicomotricidad con los pequeños del centro.
El proyecto general de actuación arrancó en el verano de 2017, cuando se acometieron los trabajos de construcción del complejo deportivo acuático -piscina de 300 metros cuadrados, zonas verdes, módulo de vestuarios y aseos y área perimetral con duchas y elementos para la práctica de la natación- y se inició la transformación del edificio de Secundaria y Bachillerato para duplicar el espacio disponible, habilitando una segunda planta que ahora da cabida a ocho nuevas aulas también de volumen variable y dimensionado modular.
Este conjunto de actuaciones, que han cambiado radicalmente la fisonomía del complejo -siempre respetando su esencia y su singular planteamiento urbanístico organizado alrededor de sus grandes espacios abiertos y zonas verdes-, han convertido a El Pinar en una de las instituciones educativas más modernas de la provincia de Málaga. El recinto colegial, que ocupa una superficie total de 21.000 metros cuadrados en un entorno natural situado a las afueras de Alhaurín de la Torre, a escasa distancia de la capital, la A-7 y el propio Aeropuerto Málaga-Costa del Sol; cuenta en estos momentos y tras las últimas intervenciones con 7.016 metros cuadrados de espacios docentes, deportivos y zonas de trabajo.