El bailaor y coreógrafo granadino Rafael Amargo anima a los alumnos y alumnas del Pinar a trabajar duro, «pues la educación es la clave para alcanzar las grandes metas que uno se propone en la vida»
El artista granadino, que aprovechó el acto para ofrecer detalles de sus próximos trabajos, arrancó en las instalaciones del colegio malagueño un ciclo de conferencias por el que también pasarán otros personajes de actualidad, que ofrecerán las claves educativas que les han permitido forjar su identidad como escritores, artistas, intérpretes o deportistas
No defraudó. Rafael Amargo, primer invitado del ciclo ‘Charlas en El Pinar’ pasó como un huracán por las instalaciones del colegio; mostrando su gran talento, y exhibiendo sus dotes artísticas, su improvisación y su empatía en una jornada dinámica con los alumnos del centro, en la que aprovechó para poner en valor la importancia que la educación tienen en el desarrollo personal y profesional de los niños y niñas que están llamados a tomar las riendas de la sociedad que nos viene.
Recurrió a su experiencia personal, la de un joven que con poco más de 9 años ya se había iniciado en el Conservatorio y que comenzó a descubrir su vocación artística en el entorno de un pequeño municipio de la Vega de Granada. En este sentido, destacó el papel que docentes, familia y personas de su entorno jugaron en el fomento y apoyo de esa vocación, así como en la apuesta por su desarrollo personal y formación profesional en las mejores escuelas hasta llegar a convertirse en uno de los referente de la danza contemporánea de nuestro país.
“Nunca tenía tiempo libre, pues siempre debía sumar a mis deberes y tareas de clase al aprendizaje de la danza. Andaba trabajando a todas horas, casi sin margen, dándolo todo. Es ahora, a mis 40 años cuando puedo disfrutar de espacios de ocio”, relató. Los alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato del centro tuvieron la oportunidad de indagar de primera mano en las experiencias estudiantiles del bailaor.
Amargo animó a los chavales y a sus familias a no escatimar recursos ni medios en el desarrollo formativo de sus hijos, “pues está claro que la Educación es la mejor inversión” que podemos realizar en los jóvenes y, sin duda, “la más importante herencia que les dejaremos”.
Echando la vista atrás, repasó su recorrido por los distintos colegios e instituciones académicas. Puso en valor la figura de sus padres, de su familia y de los docentes que le acompañaron desde su etapa escolar, haciendo hincapié en la importancia que tuvieron como ‘guías’ en el fomento de un talento que “de nada sirve sin trabajo” y agradeció todas las lecciones recibidas en aquellas etapas de intensa actividad formativa.
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