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COMEDORES SEGUROS
diciembre 2, 2020
Actualidad, En los medios, Vídeos
Deporte, Solidaridad, trabajo en equipo y pilotaje laboral. Los alumnos de Segundo curso del Grado Superior en Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva (TSEAS) del Colegio El Pinar continúan empeñados en acercar su actividad y dar lo mejor de ellos mismos en favor de colectivos malagueños en riesgo de exclusión social. Este año la situación de Pandemia se lo ha puesto un poco más difícil, pero cuando hay ganas y creatividad, cualquier obstáculo puede convertirse en una oportunidad. Como ya hicieron el año pasado con la campaña de recogida y donación de juguetes a favor de distintas ONG’s -cientos de artículos que llegaron a más de 1.000 hogares desfavorecidos de Málaga-, los estudiantes del último curso del Grado han planteado una iniciativa de Ocio Activo con la que recaudar fondos para ayudar a distintas organizaciones malagueñas, a la vez que desarrollan los objetivos curriculares de una de sus asignaturas troncales, vivenciando situaciones reales de su horizonte profesional en la conducción de grupos de personas.
El proyecto que han planteado, que tendrá que esperar unas semanas para poder arrancar -en principio a la vuelta de Navidad- por las circunstancias de cierre perimetral que ha impuesto el Gobierno Autonómico, les va a llevar a ofrecer sus servicios como técnicos de actividades deportivas, de ocio y recreativas a grupos de Málaga y su área metropolitana -Alhaurín y el Valle del Guadalhorce, incluidos- con el objetivo de entrenarles en dinámicas de entrenamiento funcional, yoga, zumba, pilates y otras acciones de puesta a punto física y mental cuyo objetivo principal será la recaudación de fondos, a través de las aportaciones de los participantes en contraprestación por el servicio, que servirán para volver a apoyar la labor de colectivos y organizaciones sociales malagueñas. Para la promoción de este servicio, con la respectiva oferta de actividades, detalles, horarios y requisitos, los jóvenes están poniendo en marcha una campaña de promoción basada en impactos publicitarios a través de Redes Sociales, que empezará a funcionar en los próximos días (Instagram: @Tseactivos Facebook: TseactivoS / Twitter: TseactivoS).
Los interesados en participar pueden acceder a ellas para reservar actividades y sesiones, que se desarrollarán en cuanto las circunstancias de movilidad lo permitan.
Recordamos que los jóvenes de esta disciplina de FP ya completaron el año pasado una iniciativa de acción social al combinar el trabajo de campo del módulo temático de ‘Ocio y Tiempo Libre’ con una campaña de recogida de juguetes que les permitió donar Más de un millar de artículos infantiles y juveniles a distintos colectivos provinciales que trabajan con menores y familias de escasos recursos.
El séptimo arte cuenta en España con muchos rostros conocidos, algunos nombres propios y no tantas manos que escriban las historias que luego vemos proyectadas en la gran pantalla. Uno de esos nombres propios es el de la malagueña Isabel Sánchez. Su oficio, el de guionista, es uno de esos imprescindibles trabajos silenciosos cargado de materia gris sin el que la fábrica de sueños no sería más que un escenario de cartón piedra. La guionista malagueña ha compartido esta mañana algunas de las claves, detalles y pormenores de su profesión con más de 200 alumnos de Cuarto Curso de Secundaria y Bachillerato del Colegio El Pinar.
Lo ha hecho en un coloquio adaptado a las circunstancias de seguridad que impone la situación de pandemia -salvo la veintena de alumnos que sí han asistido a la charla presencial con mascarillas, el resto han seguido la actividad a través de la aplicación Meet- en el que ha logrado captar la atención de unos estudiantes que, en el caso de Secundaria, se enfrentan en estos momentos al reto de producir, guionizar, grabar, editar y dar soporte técnico a una pieza cinematográfica inspirada en la serie ‘El Ministerio del Tiempo’, de la que ha formado parte la protagonista de hoy desarrollando el guión de uno de los episodios más emblemáticos, el que une a Lorca con Camarón en una situación memorable.
Esta conocida saga de ficción será el hilo conductor del proyecto constructivista de trabajo cooperativo del curso de Cuarto. Los más de 60 estudiantes de los tres grupos, un año más, trabajarán los objetivos curriculares de las distintas materias -desde Historia a Biología, Idioma, Programación, pasando por Lengua y Literatura o Matemáticas- de una forma creativa y multidisciplinar, recorriendo pasajes del pasado, resolviendo enigmas y hasta dando un paseo por el futuro mientras aplican los conocimientos de las materias de estudio en la resolución de problemas reales vinculados con el itinerario académico del temario. En este trabajo serán fundamentales las disciplinas de Artes Escénicas -Teatro, Música, Escenografía…-, pues los alumnos deberán grabar su propio capítulo del Ministerio del Tiempo con el que concluirá esta iniciativa constructivista en el último trimestre de la campaña académica.
Para comprender un poco mejor la industria del cine, sus procesos, las profesiones ligadas a ella y qué ocurre antes del cierre de claqueta, Sánchez ha hecho un alto en el camino del proyecto que está a punto de arrancar – el largometraje Alegría, que firma con la directora Violeta Salama- para compartir las inquietudes de este grupo de alumnos que ya han comenzado a dar vida al guión que sustentará su particular visión malagueña del ‘Ministerio del Tiempo’.
“Los guionistas somos los grandes incomprendidos del cine. Tenemos que dar forma y pulir las ideas que luego se llevan al rodaje, pero cuando presentamos nuestras propuestas a nadie les parece bien. Todo el mundo las critica”, explicaba en tono anecdótico Sánchez, quien tras dar detalles sobre el proceso creativo que le permite dar forma a una historia, mostró algunos de sus trabajos, explicó cómo se hila el relato hasta dar con un formato definitivo y cómo se ha de pulir después con todos los especialistas que participan en un proyecto cinematográfico.
Sánchez tuvo tiempo para resolver las dudas de los alumnos, que le plantearon decenas de cuestiones relacionadas con su trayectoria profesional, sus hábitos de trabajo, cómo es el día a día con actores y directores, qué pasos seguir cuando se enfrenta al folio en blanco, qué factores debe incluir todo buen guión; así como temas más personales relacionados con su próximo proyecto, su actividad académica o qué hacer cuando los teléfonos no suenan y cómo es el día de cada uno de los profesionales que echan a andar una iniciativa cinematográfica.
Después de escribir y dirigir varios cortometrajes y documentales, como Trinidad Grund: una historia sumergida (Nora Films-Canal Sur, 2012), en 2014, participa en la sección oficial de largometrajes del Festival de Málaga con 321 días en Michigan, coescrito junto a su director Enrique García, por el que al año siguiente es reconocida con la Biznaga Oficios del Cine. Tras esta primera película, coescribe con el mismo director dos largos más: el thriller de terror Resort Paraíso (Puraenvidia Films, Encanta Films, 2018) y el thriller rural La mancha negra (Marila Films, 2020). En 2019, firma con la directora Violeta Salama, Alegría, largometraje coproducido por La Claqueta PC y Powehi Films, cuyo guion queda finalista del Premio SGAE de guion Julio Alejandro y es seleccionado por el programa de apoyo ‘Breaking Through The Lens’ en Cannes y Toronto, 2020. Este proyecto, beneficiario de las ayudas de TVE, Junta de Andalucía e ICAA tiene previsto su rodaje para febrero de 2021.
En TV, ha formado parte del equipo de guion de El Ministerio del tiempo (4ª T. Globomedia TVE, 2020), del thriller policíaco Malaka (Globomedia-TVE, 2019) y la docuficción médica diaria Centro Médico (Zebra-TVE, 2016-8). Además, imparte clases de guion en la Escuela de cine de la Comunidad de Madrid (ECAM) y en las universidades de Málaga (UMA) y Rey Juan Carlos de Madrid (URJC). También forma parte del comité de selección de cortometrajes del Festival de Málaga. Cine en Español, y es miembro de la Academia de Cine.
“Luismi, Nosa, Juan Leiva, Jesús Guerrero, Justa o Jesús Marfil son algunos de los nombres propios de un grupo humano único que, a base de esfuerzo, tesón, compañerismo y fe en el esfuerzo y el trabajo compartido, han revolucionado la historia reciente del baloncesto malagueño. La ‘loca’ aventura de este conjunto de jóvenes deportistas que entrenaban y se batían el cobre en las canchas de la ciudad y de los municipios malagueños, arrancó como un proyecto de cantera cuya única pretensión era convertirse en ejemplo para las decenas de niños y niñas que, en el entorno del cole, seguían de cerca el deporte del aro. Lo que hace tan sólo tres años ni siquiera estaba en la hoja de ruta; se ha convertido en una realidad. Somos equipo de Liga EBA”.
Con estas palabras que, como bien cuentan sus protagonistas, son el resumen de “un sueño cumplido”, arranca la campaña nacional de micromecenazgo que hasta los días previos a las fiestas navideñas tratará de concitar apoyos entre todos los aficionados del basket español para dar consistencia financiera a una temporada en la que esperan seguir haciendo historia en la Cuarta División nacional de la disciplina.
La iniciativa, que parte de los jugadores del primer equipo del CD Colegio El Pinar, ha logrado el apoyo de la Fundación ‘Triodos Bank’, que ha puesto a disposición del equipo los recursos de su sitio web de Crowdfunding, una plataforma en la que tienen cabida proyectos de interés social, cultural o deportivo y que cuenta con cientos de seguidores.
El objetivo es dar a conocer el trabajo de los deportistas de la entidad de Alhaurín de la Torre y ayudarles a conseguir recursos para mantenerse en una categoría a la que han llegado “compitiendo y dándolo todo sobre la pista jornada a jornada”, logrando una gesta difícilmente vista anteriormente en la disciplina, pero para la que ahora necesitan sumar voluntades, pues el presupuesto por desplazamientos, alojamiento, material y recursos humanos se ha disparado al tener que moverse por toda la geografía andaluza -incluida la ciudad autónoma de Melilla-, además de Extremadura.
Ante la ausencia de un patrocinador fuerte, el plantel ha recurrido a esta singular alternativa que ofrecía la entidad encuadrada en el sector de la ‘banca ética’ para poder proyectarse hacía un público potencial más amplio.
El objetivo del proyecto es lograr la “financiación óptima” que permita cubrir las necesidades básicas de toda la temporada, una cantidad de 35.000 euros; si bien también se han planteado importes por bloques que cubrirían gastos de desplazamiento, alojamiento, manutención y algunos capítulos más. Los tramos de aportación arrancan desde los 5 euros y pueden llegar hasta los 250.
De la misma forma se ha arbitrado un sistema de recompensas ajustado a cada tipo de cantidad donada; estos incentivos van desde abonos o carnés de socio colaborador -plata y oro- hasta camisetas del equipo o la aparición de logo de empresa o anuncio corporativo en el vídeo marcador del pabellón para las aportaciones de mayor cuantía.
BENEFICIOS FISCALES
Uno de los aspectos más interesantes de esta fórmula de colaboración es el relativo a las desgravaciones fiscales que ofrece tanto para particulares como para empresas que se decidan a apoyar.
En los primeros 150 € de donación, la desgravación es del 80%, es decir, 120 €. En cantidades superiores a 150 €, la desgravación es del 80% para los primeros 150 € y del 35% para el importe restante.
En el caso de donaciones de personas jurídicas -empresas-, la desgravación será del 35% si solo se ha donado en el año correspondiente a la declaración, o del 40% en la declaración si se ha donado a la Fundación Triodos en los 2 ejercicios anteriores.
La campaña lleva en marcha desde el pasado martes, 10 de noviembre y se mantendrá activa durante un período de 40 días, es decir, hasta el próximo 20 de diciembre.
¿A qué vienen al instituto los casi 200 estudiantes de FP que este año tenemos en las distintas especialidades de grado de nuestra institución académica? La respuesta es obvia… Aprendizaje, formación, adquisición de conocimiento cualitativo y desarrollo de competencias curriculares dirigidas al desempeño profesional, destreza y capacidad para poder llevar a cabo unas determinadas funciones laborales… Punto y seguido. El objetivo está claro.
Pero… ¿Y si en el camino hacia la meta final añadimos trabajo en equipo, dinámicas de acción creativa, actuaciones multidisciplinares y transversales entre estudiantes de distintos ciclos y ramas profesionales, flexibilidad para innovar y, por qué no, trazamos iniciativas concretas que nos permitan divertirnos mientras ponemos en práctica algunos de los objetivos de los módulos temáticos sobre los que giran las clases? No sólo es posible, favorable y enriquecedor, sino que, además funciona y puede convertirse en una extraordinaria herramienta de enriquecimiento curricular para todo el grupo que la lleva a efecto -en este caso, casi dos centenares de alumnos-.
La efeméride del pasado viernes -Halloween o Festividad de Todos los Santos, como queramos verla- se convirtió en una de esas citas que, más allá de la anécdota del disfraz y la ambientación, movilizó a decenas de estudiantes de especialidades sanitarias, administrativas y deportivas del centro en una iniciativa compartida que, bajo el formato de Gymkana temática, permitió a los estudiantes de Primer Curso de TSEAS diseñar una actividad real de carácter lúdico-físico y dirigida al resto de compañeros de etapa donde los propios alumnos de este curso y en el marco de su itinerario académico dirigieron, construyeron, lideraron y dinamizaron una sesión completamente ajustada a su futuro perfil profesional (enseñanza y animación sociodeportiva). Para su ejecución, en la que se observaron todas las medidas de Seguridad COVID 19, aprovecharon todos los recursos deportivos y espaciales del centro -pistas, patios, zonas exteriores, etc.-
La sesión de mañana se reservó a los jóvenes de Auxiliar de Enfermería, Técnico en Farmacia y Nutrición y Dietética, que también adaptaron actividades de ocio a los matices de su formación sanitaria especializada, para sustanciar varios talleres en sus aulas específicas.
Las tardes de sábado van camino de convertirse en sesiones no aptas para cardiacos en el pabellón deportivo del Colegio El Pinar de Alhaurín de la Torre. La tercera jornada en el grupo D-A de Liga EBA se aventuraba intensa, con un choque que enfrentaba, una vez más, a dos rivales directos en un derbi malagueño que replicaba enfrentamientos ya vividos en temporadas precedentes. La cita, como era previsible, no defraudó al centenar de aficionados que se congregaron en las gradas de la casa ‘rojilla’ y el plantel dirigido por José Caballero ‘Caba’ volvió a poner a prueba los nervios de los presentes en un encuentro en el que, si bien obtuvo una rotunda victoria (91-74) que además le vale el liderato de grupo en el tramo final del choque tras enchufar el turbo y poner en marcha la apisonadora del último cuarto, el rival Estepona no lo puso fácil y les hizo sufrir con una arranque formidable.
Parafraseando a los redactores del Blog del Grupo D del campeonato: “El Pinar tiene una fórmula para ajusticiar a su rival justo cuando hace falta hacerlo; al final”; a lo que habría que añadir: “Para sufrimiento de sus incondicionales y ‘staff’ técnico, a los que ésta dinámica les empieza a costar sudores y altibajos en el ritmo arterial”.
En declaraciones a Málaga Hoy: “Hemos hecho pistas nuevas y tenemos mucho espacio, los niños se llevan sus libros y organizamos la materia para que pueda impartise fuera”, explica María José Salom, directara del colegio. “Esas horas son de descanso de mascarilla y para continuar con el trabajo cooperativo, no hemos querido perder esta seña de identidad del centro, que trabaja por proyectos”, agrega.
Para cuando tengan que darse los confinamientos temporales, se ha activado la formación a ‘tiempo real’. Han instalado un sistema de cámaras para poder dar la clase en directo. El estudiante puede conectarse a través de zoom. Aún así, destaca Salom que “no podemos darle toda la importancia a lo académico, la enseñanza no son solo lecciones”. Y prueba de ello es que los colectivos con algún tipo de riesgo y que temían más al contagio comenzarón el curso en el aula espejo pero ya se están incorporando al centro.
Lo que llevan peor los docentes de este colegio es la dificultad de la mascarilla, el ruido al tener siempre ventanas y puertas abiertas y, por encima de todo, conectar en la distancia. “Le están cogiendo miedo al contacto, tememos que luego les cueste recuperar esa confianza”, señala Salom.