¿Qué balance realizáis de la iniciativa #ElColeEnCasa en estas dos primeras semanas?
Muy positivo, la verdad. Gracias a las dinámicas de acción didáctica con recursos digitales que llevamos implementado desde hace varios cursos y a nuestra metodología -trabajo por proyectos con el concurso de las TIC, contábamos con un sólido soporte de trabajo ‘online’ y tanto alumnos, como docentes y familias, están perfectamente familiarizados con el sistema. Esto quiere decir que en la mayoría de los cursos las clases han ido siguiendo el horario que ya existía con la presencia del profesorado online en comunicación directa con el alumno, en el horario lectivo establecido.
En el caso de los más pequeños y debido a las características de su currículo y nivel madurativo, hemos actuado de manera más progresiva, pero poco a poco hemos ido implementando y evaluando nuevas actividades en conexión directa con nuestro alumnado. Como digo, siempre teniendo en cuenta los ritmos de aprendizaje y el desarrollo emocional de los pequeños. En estos casos, hemos arbitrado medidas adicionales, con tutoriales, herramientas de apoyo y otros recursos ‘on line’. Lo cierto es que los más de 90 profesionales del equipo docente del centro están a pie del cañón desde el lunes, 16 de marzo, cuando se decretó la suspensión de las clases presenciales en todo el territorio nacional.
La Universidad ha anunciado que la docencia seguirá online hasta fin de curso ¿Colegio el Pinar se lo plantea?
Nos atenemos a las directrices del Ministerio y de la Consejería de Educación en enseñanzas Obligatorias y Postobligatorias, que son las que a nosotros nos competen como institución académica. En todas estas etapas educativas, la suspensión de las clases presenciales decretada por las Administraciones competentes sigue siendo, a día de hoy, temporal. No hay, de momento, directrices en otro sentido. Dicho esto, he de añadir que nosotros estamos preparados para lo que pueda ocurrir. Como decía, tenemos plenamente implementado nuestro modelo educativo ‘online’. Además, contamos con un sistema de almacenamiento de evidencias para la evaluación de las actividades desarrolladas y seguimiento del alumnado.
¿Cómo ha sido el proceso de adaptación a la educación ‘online’?
Cómo ya he señalado, el bagaje con el que ya contábamos en relación a los recursos digitales y las TIC nos ha permitido adaptarnos con solvencia a la situación actual; si bien es cierto que lo hemos hecho en función del nivel madurativo y las edades del alumnado en función de la etapa educativa. Para los estudiantes de Tercer Ciclo de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos, la situación se ha abordado de una manera directa y ‘lineal’. Todo estaba adaptado y enfocado a la enseñanza ‘on line’, con recursos digitales y mucho ‘background’ telemático. Desde el primer lunes de confinamiento se han seguido las clases con el mismo horario que se había tenido antes y con todo el profesorado al otro lado de la pantalla: Pasando lista desde el mismo lunes 16 de marzo y con los alumnos al otro lado, siguiendo sus clases como cuando acudían al cole.
En Segundo Ciclo de Infantil y primeros cursos de Primaria, la adaptación ha tenido que realizarse de manera más progresiva y adaptada, dadas las características del currículo, la edad y el nivel madurativo de los alumnos. En estos casos, hemos usado los canales de comunicación con las familias para enviar material, tutoriales y otros recursos en un primer momento; de cara a la adaptación de los niños. Luego hemos ido implementando gradualmente horas de clase ‘on line’. Entendíamos que para niños de corta edad no es ni aconsejable ni efectivo estar muchas horas seguidas ante el ordenador. Como educadores hemos considerado fundamental la adaptación progresiva a esta nueva situación y graduar las horas de exposición a las pantallas, combinándolas con trabajo de campo. Pero aún así, hemos creado un modelo mixto para que las familias decidan cuánto tiempo necesita su hijo, en el que además de la presencia del profesor online, ponemos a su disposición tutoriales y actividades variadas para que las realicen en el momento que quieran.
¿Cuál ha sido la respuesta del alumnado? ¿Y la de los padres?
Desde el primer día, los alumnos han reaccionado de manera muy positiva. Como ya he comentado anteriormente, en El Pinar apostamos hace más de una década por la incorporación de las TIC al proceso de aprendizaje -fuimos pioneros en Andalucía con el sistema ITAE-; por lo que nuestros estudiantes están muy familiarizados con los recursos digitales que ahora nos son imprescindibles. Lo mismo ocurre con las familias que forman parte de nuestra comunidad educativa, pues están acostumbradas a usar nuestras plataformas y la comunicación ‘telemática’ es permanente. Evidentemente, el tener los niños en casa, especialmente en el caso de los pequeños, no deja de ser una situación complicada para los padres, que en muchos casos también están teletrabajando. Hay que felicitar a las familias por este gran esfuerzo.
¿Cómo motiváis al alumnado en esta situación?
De muchas maneras. Hay que tirar de imaginación y creatividad, perfiles que están muy presentes en todo nuestro equipo docente, acostumbrado a desarrollar iniciativas singulares en el día a día dada nuestra metodología de ‘trabajo por proyectos’.
Podemos poner como ejemplo el trabajo de las maestras de Infantil, que se disfrazan y realizan teatros y representaciones desde sus casas. Cada día, el equipo nos sorprende con acciones creativas relacionadas con la música, el deporte y la práctica de materias instrumentales.
Otro ejemplo: En primaria se inicia siempre la mañana con una actividad llamada ‘Nos ponemos al día’, en la que, a través de la aplicación ‘Meet’, de Google, los alumnos se ven con su profe durante 15 minutos en grupos pequeños de 5 o 6 alumnos para charlar entre ellos. No podemos olvidar que una parte muy importante de su formación es la Educación Emocional y en esta situación excepcional que están viviendo tenemos que estar muy pendientes de ellos.
Otra actividad que les encanta son los descansos activos que incluimos en sus horarios. Este confinamiento mantiene a los niños sentados muchas horas y para nosotros el desarrollo intelectual es tan importante como el físico.
En Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos, la interactuación y el contacto entre alumnos es también permanente. Tanto entre los grupos como con los profesores, que han desplegado un conjunto de iniciativas muy originales. Tenemos hasta la asignatura de Teatro que se desarrolla de forma ‘on line’ en Cuarto de ESO. Los estudiantes de Ciclos Formativos como TECO o TSEAS han adaptado sus módulos temáticos a las circunstancias. Incluso han desarrollado una actividad para convertir las bicicletas en modelos ‘estáticos’ y no perder esas clases. Es realmente sorprendente todo lo que estamos viviendo.
Otra de las novedades que que durante esta Semana Santa vamos a seguir conectados con los alumnos con un programa de talleres lúdicos (juegos, recetas, ejercicio, música…) para que puedan mantener cierta rutina y disponer de un entretenimiento programado, así cómo clases de repaso y apoyo para los estudiantes de etapas superiores. Sería algo así como un ‘Campamento Virtual’. Creo que es una iniciativa que demuestra el nivel de compromiso de nuestro centro con el alumnado y familias.
¿Qué acciones podríamos destacar en estos días por parte de los alumnos y alumnas dentro de vuestro proyecto formativo online?
No puedo dejar de destacar las acciones solidarias que han surgido, desde el apoyo a la distribución de mascarillas por parte de alumnos de Bachillerato, en una iniciativa puesta en marcha por uno de los padres de nuestro centro, empresario del sector textil-doméstico; hasta el envío de cartas y mensajes a personas que están llevando este confinamiento en soledad en Hospitales… Y, por supuesto, vídeos dando ánimos a profes, compañeros, etc. de padres y familias, mensajes que nos emocionan.
¿Qué ventajas y desafíos ha supuesto el cambio a clases virtuales?
Esta situación excepcional nos ha descubierto también oportunidades en cuanto a la forma de trabajar y el enfoque de la enseñanza. He de destacar el potencial creativo de los profesores, que han sido capaces de reinventarse y de buscar alternativas para conseguir acercarse al alumno y a sus familias, con el objetivo de potenciar la motivación en esta situación de confinamiento que está resultando compleja e insólita tanto para estudiantes como para docentes. Sin embargo y, aunque pueda resultar paradójico, se ha creado un clima de cercanía profesor /alumno realmente emocionante.
¿Cómo se preparan los temarios? ¿Y la organización de las reuniones del profesorado y dirección?
Teniendo en cuenta que nuestros estudiantes ya trabajan con el ordenador y las Nuevas Tecnológicas aplicadas al entorno del aula desde el Tercer Ciclo de Primaria y que en la mayoría de asignaturas elaboran sus temarios a partir de recursos digitales que les prepara el profesor, los contenidos estaban ya preparados, lo que ha facilitado enormemente las cosas. También hay que tener en cuenta que, al trabajar por proyectos, el uso de libros de texto convencionales era muy limitado. El profesorado tiene ya organizado y preparado todo el material necesario y prácticamente sólo tiene que adaptarse al entorno de trabajo en casa; es decir, de escenario, si me permite la expresión.
En cuanto a las reuniones, estamos respetando el mismo horario que teníamos antes y las llevamos a cabo a través de aplicaciones como la antes citada; Meet.
Hemos intentado mantener también las tutorías con familias a través de estos mismos canales, también por vía telefónica; así como la actividad del departamento de Orientación, que también se ha adaptado a las herramientas telemáticas, dando continuidad a las intervenciones que ya se hacían y respuestas a las nuevas que surgen dadas estas circunstancias que vivimos.
Finalmente, como directora un mensaje que quiera trasladar a la comunidad educativa de Colegio El Pinar en estos tiempos que nos está tocando de vivir con el COVID-19.
Me gustaría trasladar un mensaje de ánimo, esperanza y confianza. Esto pasará pronto pero hasta entonces tenemos que ser pacientes y quedarnos en casa. Esta situación la podemos convertir en una oportunidad para desarrollarnos tanto en el ámbito profesional, como persona y emocional. En nuestro ámbito, la docencia; estamos demostrando que somos capaces de hacer frente a un reto de una magnitud colosal con un nivel de eficacia y solvencia muy importante.